Has decidido obtener un dominio propio donde puedas establecer lo que te gusta hacer. Ya has cerrado el trato y tienes tu monto pagado. Ahora viene una de las cosas más cruciales: ¿Cómo se llama mi dominio? Hay que destacar que en sí, esto es un tema bastante delicado. En primer lugar debe ser bien pensado, ya que es el nombre que definirá tu marca o tu proyecto; por mucho tiempo.

Aparte, la búsqueda influirá en el posicionamiento de internet, pues es el primer elemento que google que considerará a la hora de activar los motores de búsqueda. Esto le creará valor a la empresa. Y por supuesto, necesitas un apartado sencillo y práctico que guía a la gente hasta tu espacio; para esto recuerda algo pegajoso y sencillo de recordar.

El nombre es vital

Hay que tener claro que el nombre es vital para cualquier marca. Si ya tienes un emblema o idea conceptualizada pues materializarla en un dominio web. Apuesta a tu marca personal y monta un espacio pensando en posicionarte como un perfil experto. Muchos consultores, expertos y perfiles independientes se basan en esta elección para encontrar el nombre ideal de su dominio.

Evita en todo momento los nombres comunes: aparte de tener un posible dominio ya registrado, no cala ni queda en la mente de las personas para obtener resultados. Además, a la hora de escribir el dominio evita los caracteres especiales que dificultan la comprensión del espacio. Con esto, mantente en lo clásico de los sitios webs y utiliza tu enlace final .com-.net o.org.

Refleja tu marca

Lo importante del asunto del dominio es que refleje tu marca personal o lo que quieras hacer transmitir al espacio web. Deja claro en algún apartado tus datos como nombres y apellidos para que lo vea el staff del dominio en caso de alguna eventualidad.